“Hoy te he buscado sin hallarte
por entre mi ciudad y tu ciudad extraña,
y no te he hallado.
Cómo será buscarte en la distancia.”
Eunice Odio
Contemplo mi caída desde tu nombre
que es un objeto hermoso, pero imaginario
Ah! si supieras lo que pienso cuando te imagino
como un hombre ancestral sentado sobre el corazón del mundo
no sé si eres frágil, pero te quiero sostener
como un milagro o
una especie de dios humano con las rodillas raspadas
Quiero gritar, pero sólo sé delinear con torpeza tu nombre
quisiera ser tan vasta para llegar a donde estás
quisiera ser todo lo que rozas con los ojos
-Amar siempre me es tan imposible-
quisiera dejar de querer bajo esta realidad tan limitada
dejar de parecer alguien que sueña exageradamente
que llora sobre todas las cosas para hacerles saber que las ama
Me desbordo y no es tu culpa
Escribo porque es lo único que creo que sé hacer
y digo tu nombre mentalmente una y otra vez
como un amuleto que quita el miedo.
Y te nombro y te digo con todas las voces que tengo
y te rio y te sueño como un edificio de cartas
o un salto al vacío
Te nombro y me siento ciega y muda
te quiero amar y te nombro en todas las cosas
en las flores que recojo en el camino
en el reflejo de las caras de la gente
en los charcos, en el clima frío
en mis pies helados
en las cartas y poemas que aún no te escribo
en las vacaciones que no tendremos juntos
en las lápidas, en las sombrillas
en mi sexo que es una bandada de medusas
o de pájaros o de flores húmedas
en lo tornasolmente triste
en el almuerzo a las 6 de la tarde
Te nombro y me hago taciturna
Me siento en un sueño fragmentado
en el que me siento a escribir sin parar
Y me hago vieja y luego niña
y me miras a los ojos como si quisieras preguntarme.
Texto por: Daniela Prado