martes, 18 de julio de 2017

Contemplo mi caída desde tu nombre



“Hoy te he buscado sin hallarte
por entre mi ciudad y tu ciudad extraña,

y no te he hallado.


Cómo será buscarte en la distancia.”


Eunice Odio




Contemplo mi caída desde tu nombre
que es un objeto hermoso, pero imaginario
Ah! si supieras lo que pienso cuando te imagino
como un hombre ancestral sentado sobre el corazón del mundo
no sé si eres frágil, pero te quiero sostener
como un milagro o
una especie de dios humano con las rodillas raspadas


Quiero gritar, pero sólo sé delinear con torpeza tu nombre
quisiera ser tan vasta para llegar a donde estás
quisiera ser todo lo que rozas con los ojos
-Amar siempre me es tan imposible-
quisiera dejar de querer bajo esta realidad tan limitada
dejar de parecer alguien que sueña exageradamente
que llora sobre todas las cosas para hacerles saber que las ama


Me desbordo y no es tu culpa
Escribo porque es lo único que creo que sé hacer
y digo tu nombre mentalmente una y otra vez
como un amuleto que quita el miedo.
Y te nombro y te digo con todas las voces que tengo
y te rio y te sueño como un edificio de cartas
o un salto al vacío


Te nombro y me siento ciega y muda
te quiero amar y te nombro en todas las cosas
en las flores que recojo en el camino
en el reflejo de las caras de la gente
en los charcos, en el clima frío
en mis pies helados
en las cartas y poemas que aún no te escribo
en las vacaciones que no tendremos juntos
en las lápidas, en las sombrillas
en mi sexo que es una bandada de medusas
o de pájaros o de flores húmedas
en lo tornasolmente triste
en el almuerzo a las 6 de la tarde


Te nombro y me hago taciturna
Me siento en un sueño fragmentado
en el que me siento a escribir sin parar
Y me hago vieja y luego niña

y me miras a los ojos como si quisieras preguntarme. Texto por: Daniela Prado

viernes, 5 de mayo de 2017

Bailo sola en fiestas infinitas


Me hundo en esta ingrávida sordidez 
 de ser algo tan incompleto e irrelevante 
Algo que cabe perfectamente en la uña 
del dedo meñique de la nada.
Lloro sobre las cosas con mis manos 
Lloro de miedo con la cara entumecida del asco 
que me producen las cosas y la gente que no amo 
Lloro por la pobreza, también por la mala literatura

Bailo sola en fiestas infinitas 
y no entiendo por qué las cosas me conmueven 
y por qué las cosas se llaman cosas y no personas 
o azul 
o muerte 
o algo ridículo como un borracho intentando leerle a otros borrachos 
(que se autodesignan poetas jóvenes)

Y sigo sin entender por qué las cosas se llaman cosas y no 
"amo tus ojos tan amplios y tan verdes, amo tu extraña delgadez y tu blancura"
Y no
no escribo sobre mi
Escribo sobre la chica que vive al lado
Escribo de cuando era joven ahora que tengo 60 años
Escribo de lo que quiero ser cuando sea grande y tenga 15
Escribo de ¿cómo será mi primer beso?
Escribo de ¿cómo será mi vida de casada con hijos?
Cosas así, bastante ficcionales.

viernes, 10 de marzo de 2017

Dormir por seis meses con el corazón envuelto en llanto

Dormir por seis meses
con el corazón envuelto en llanto
Nada sirve, ni leer, ni escribir
cuando no se puede amar
Porque al mirarse en el espejo
el vacío te observa a los ojos

La pagina en blanco 
es mi cuerpo
una patria 
fundada en una herida,
la historia que vuelve a ocurrir
cuando se nombra:

Dormir por seis meses
con el corazón envuelto en llanto
nada sirve, ni leer, ni escribir.

Texto Por: Daniela Prado

miércoles, 1 de marzo de 2017

Todos los lugares son este poema

A Claudio Gajardo, inevitablemente


I

El espacio exterior
se parece a este poema
en el que podemos estar juntos
si lo imagino
y puedo reconstruir conversaciones
en las que nunca hemos estado:

Ver tu cuerpo de niño gris
que parece un diamante de lirios
o sentir tu voz que es un arrullo de sombras
un panteón de heridas amables

II

Pero somos dos extraños bailando en fiestas simultáneas
jugando a estar con otros
y todo se ve en una bola de cristal
que a veces se convierte en una bola de nieve
Y tiemblo
mientras escribo algo
que parece y no
una risa nerviosa
un aquelarre de jóvenes extasiados
y torpes frente al horror,
el vértigo de una palabra:

El amor
que es otra versión de los hechos,
una narración confusa
en la que los cuerpos arden con placer
y pasean por una playa imaginaria
que lleva a la muerte.

III

Entonces imagino
que en este momento
podríamos ir en un auto rojo o azul
mientras huimos de este poema
a otra historia
en la que contemplamos la tarde caer
en un patio soleado:

Tú tocas Costanera en la guitarra
y yo sirvo el té.


Texto por: Daniela Prado 
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sábado, 21 de enero de 2017

Peces Tropicales









Escribo con el cerebro en mis manos
y el corazón en los ojos
Todo lo que percibo 
se recubre de nostalgia
entonces todo se hace cristalino y frágil

Como esos pequeños peces trasparentes 
que se camuflan con mis lágrimas 
cada vez que me asomo 
al acuario vacío.

Por: Daniela Prado

martes, 4 de octubre de 2016

Todos los finales son posiblemente parecidos

Todos los finales
son posiblemente parecidos
Al menos marcan un lugar
en cualquier parte del mapa

La caída se parece al vuelo de la rabia
Los corazones aletean tristes
Las manos palpitan fragilmente
antes del roce y después de la ruptura

Podría adivinar la caída de una lágrima 
porque entiendo los signos del presentimiento:

El silencio antes y después de la fractura. 


Por: Daniela Prado

jueves, 16 de junio de 2016

El silencio es el amigo más real

Quiero aprender tus gestos de memoria
y dejar de hablar
Te digo que el silencio 
es el amigo más real
más noble
pues se hiere demasiado en las palabras

Alguien me dijo 
que el lenguaje era una cárcel
y lo creo
porque me siento atada a este nombre
a esta identidad que no alcanzo a comprender

Porque un día quise imaginar 
algo por fuera del mundo 
algo que no conocía
y resbalé torpemente
con la sintaxis de tu nombre.


Por: Daniela Prado