martes, 15 de marzo de 2016

Juventud = Irreverencia²




A todos mis amigos irreverentes de la poesía colombiana


Casi en coro alegábamos que la poesía no necesitaba ser salvada
pero con el pecho inundado de algo parecido a la esperanza
soltábamos el yunque
ese discurso barroco y vulgar
sobre algo como el lugar común
del más común de los sujetos
o la más común de las palabras

Siempre con la misma turbulencia
creíamos que derruíamos construcciones semánticas
o paradigmas estéticos
asesinábamos al padre, a la madre
o algunas vacas sagradas de la poesía

Para estar aquí entre
baile, odio, chorro, drogas y más drogas
Escribir para vender papelitos en los recitales
retacar con poemas en una plaza cualquiera
en un bus, para seguirla
Besos,  sexo infantil entre escritores
y así hasta que el cuerpo diera

Lo cierto era que, queridos amigos
entre el bacanal y el aquelarre
se nos estaba quemando la casa
y aunque nos queda esta excusa risible para celebrar la vida
en unos años nos  espera el futuro como licenciados,
poetas jóvenes de 40
la calle, el rebusque,
la obesidad o la calvicie
y en el peor de los casos
el insípido cliché  de morir jóvenes.