viernes, 5 de mayo de 2017

Bailo sola en fiestas infinitas


Me hundo en esta ingrávida sordidez 
 de ser algo tan incompleto e irrelevante 
Algo que cabe perfectamente en la uña 
del dedo meñique de la nada.
Lloro sobre las cosas con mis manos 
Lloro de miedo con la cara entumecida del asco 
que me producen las cosas y la gente que no amo 
Lloro por la pobreza, también por la mala literatura

Bailo sola en fiestas infinitas 
y no entiendo por qué las cosas me conmueven 
y por qué las cosas se llaman cosas y no personas 
o azul 
o muerte 
o algo ridículo como un borracho intentando leerle a otros borrachos 
(que se autodesignan poetas jóvenes)

Y sigo sin entender por qué las cosas se llaman cosas y no 
"amo tus ojos tan amplios y tan verdes, amo tu extraña delgadez y tu blancura"
Y no
no escribo sobre mi
Escribo sobre la chica que vive al lado
Escribo de cuando era joven ahora que tengo 60 años
Escribo de lo que quiero ser cuando sea grande y tenga 15
Escribo de ¿cómo será mi primer beso?
Escribo de ¿cómo será mi vida de casada con hijos?
Cosas así, bastante ficcionales.

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