domingo, 10 de mayo de 2015

Línea divisoria







Tengo un ebrio caracol por corazón
no sé hacía donde me dirijo, ni en donde estoy
escucho ecos sordos en mí cabeza
quiero gritar pero tengo los labios sellados.


Mi sombra no me encuentra
se ha amarrado un colibrí a mi pulso
las paredes extienden un imán hacia mi cuerpo
y el suelo le busca pelea a mi nariz.

Olvidé las llaves de casa,
olvidé servirle la comida al perro antes de salir
olvidé que no tengo perro, ni casa
me encuentro a punto de cruzar la línea divisoria
De la duda al abismo hay sólo un paso de locura.


Texto: Daniela Prado

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